Trasládese el lector a los años cuarenta, un joven camina por todo Nueva York con su cámara al pecho buscando imágenes impactantes y decisivas. Su padre, fotógrafo de profesión le ha inyectado el arte y la magia de poder congelar el tiempo en un fotograma. Este joven que ahora vemos olisquear por todos lados, pronto se convertirá en toda una figura del siglo XX. Entre tanto tomará imágenes espectaculares: ya con diecisiete añitos tuvo la agudeza de captar a un viejo quiosquero llorando y llorando la muerte del presidente Roosevelt. La revista Look le contrataría por aquella fotografía, revista que dejaría para dar su primer salto a la gran pantalla. Trasládese el lector entonces, a la vida de unos de los maestros del Cine, trasládese a Stanley Kubrick, el chico acomodado del Bronx que llegó a Hollywood y lo reventó.
En este programa pues, vamos a la obra de Stanley Kubrick; su valor, su mensaje y repercusión son obviamente grandes. Por todos conocidas son sus películas, véase Senderos de Gloria, 2001: Odisea del espacio, La naranja mecánica o ¿Teléfono Rojo?, volamos hacia Moscú. Pero ¿cuán grandes? ¿Está al nivel de los tres o cuatro mejores directores de cine de todos los tiempos? ¿Entorpecía sus películas el exceso de técnica? ¿Qué sitio se merece en el Olimpo de los cineastas?
Para hablar sobre este cineasta de manera crítica y fundada hemos invitado a Ana Isabel Rábade, doctora de filosofía y profesora en la UCM, además y como siempre los ya famosos y cinéfilos contertulios Raúl Retana, Víctor Muñoz y Juan Carlos Alonso.
Fdo. Juancar
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Ana Isabel Rábade creo que necesita un logopeda con urgencia, me pone los pelos de punta su forma de hablar, me recuerda un poco a Rajoy. Shhhhh
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